1-6
I look in the mirror
And I try to see myself
We haven't ever look terror
From the games I played so well
And I try to see myself
We haven't ever look terror
From the games I played so well
Steve mira a la chica que aún
se remueve en la tela vieja y llena de polvo que le cubre las piernas. Puede
notar el leve sonrojo en las mejillas de ella después de ser sorprendida y con
una mirada de sorpresa combinada con tristeza.
―¿Está todo bien, señorita?
―pregunta y la chica asiente en silencio―. ¿Puedo ayudarla en algo?
Michelle lo pensó dos veces y
negó. Necesitaba salir de la nave, abandonar el hangar donde estaban ahora y
buscar donde quedarse esa noche. Ya pensaría qué hacer al siguiente día.
―Yo… ―suelta y Steve levanta
la mirada atento―. Mire, no sé dónde estoy pero necesito salir de aquí ahora.
¿Puede llevarme a la salida? Le prometo que no le daré problemas, señor.
El Capitán América la mira
levantarse, sacudirse el polvo de la ropa y observarse en el reflejo de un
espejo roto en el suelo. También la ve suspirar, pasar las manos debajo de sus
ojos para borrar algunas lágrimas que intentan escapar y en seguida sonreír. No
sabe quién es la chica, pero si de verdad necesita ayuda se la prestara.
―¿A
dónde irá? ―pregunta Steve y la chica levanta la mirada, aun asustada, todavía
nerviosa.
―Primero
necesito saber dónde estoy, señor…
―Steven.
―Sí,
bueno. No sé, me quedaré por ahí y luego buscaré un trabajo. Lo típico de un
ciudadano americano.
―La
verdad ―Rogers suelta los brazos, bajando la guardia con la chica, y al hacer
esto el rostro de ella se relaja. Al parecer ella también se había encontrado
en guardia, lo que explica que sabía defenderse. Un punto menos para dejarla a
su suerte―, no le puedo decir exactamente dónde está, señorita.
―Entonces
sólo lléveme a la salida ―responde Michelle ahogando el llanto nuevamente―. No
puedo regresar allá. Esa no soy yo y no quiero… por favor.
―Busquemos
un café y luego pensaremos que hacer, señorita.
***
I can't see the ending
There are people who know my every secret
I'm tired of pretending
You're in my heart, in my heart
There are people who know my every secret
I'm tired of pretending
You're in my heart, in my heart
Louise
está recostada en la camilla, siendo vigilada por una pelirroja y un soldado al
lado de ella. Suspira debido al dolor que siente en todo su cuerpo y cuando se
fija bien donde se encuentra, suelta un grito que alarma a sus vigilantes.
―¡Exijo
saber por qué estoy en prisión!
Natasha
gira, la mira y detiene al soldado que quiere acercarse a Louise para
silenciarla.
―No
es exactamente una prisión ―responde la pelirroja y Louise hace un intento de
sentarse en vano―. Hay heridas abiertas, yo no haría eso
―Tengo
derechos. Podría demandarlos por arrestarme… ¿Dónde estoy? ¿De qué se me acusa?
―De
estar en el lugar equivocado, querida ―dice Natasha con su tono de voz neutro y
se da la vuelta―. Ahora vuelve a dormir.
Louise
se recuesta, observa a las maquinas donde está conectada y suspira pesadamente
al ver que no tenía otra alternativa. Además, los parpados vuelven a pesarle,
lo que indica que la mantienen con drogas para dormir.
―La
chica…―murmura y Natasha gira hacia ella nuevamente al escucharla―. La chica
del choque, ¿Está bien?
―
Ella está bien.
― No
le hagan nada, ella no hizo nada. Fue el tipo de los cuernos…
Antes
de que Natasha pueda responderle, cae rendida. Romanoff asiente, da órdenes al
soldado de que nadie ingresa a esa celda de no ser ella, Fury o un médico y sale
en busca de Clint.
***
I try to see clearer
I try to forget the thoughts I started
I try to be nearer
To where you are, to where you are
I try to forget the thoughts I started
I try to be nearer
To where you are, to where you are
―¿Puedes oírme, Louise? ¿Estás ahí?
¿Hola?
Nada,
Anna sigue en la celda, sentada en un rincón abrazando sus rodillas. El cabello
ahora es azul pálido y sus ojos son grises nuevamente. Suspira, estrechándose
más hacia sus piernas. Se siente sola en un lugar que no conoce y es vigilada
por un montón de extraños que la creen peligrosa.
―No
lo soy ―dice en un susurro y solloza.
Las
puertas de la prisión se abren y el doctor Reed entra seguido de la doctora
Rowena, que tiene una carpeta en sus brazos. Anna levanta la mirada, húmeda por
algunas lágrimas que habían escapado y su cabello toma un azul más intenso.
―Hola,
Anna ―saluda Reed y ella hace un gesto de confusión.
―¿Quién
es Anna? ―pregunta y Rowena, que está detrás de Reed suelta una risita― ¿Por
qué no me dejan ir?
―Aun
no podemos ―responde Rowena y Reed da un paso, acercándose más al cristal del
contenedor―. Doctor, no…
―Te
llamas Anna ―dice Richards y la chica deja de abrazar sus piernas para
levantarse y acercarse al cristal con mucha precaución―. Bueno, en realidad no
te llamas así pero…así te llamamos. Yo soy Reed y ella es Rowena.
―Bien,
soy Anna ―contesta y cruza los brazos mirando directo a los ojos del doctor y
sin perder el azul marino en su cabello―. Reed, Rowena ― dijo, después
asimilando los nombres de ellos.
Ambos
doctores asintieron y ella, por primera vez desde que había llegado, sonríe.
Por alguna razón, el tal Reed le hacía sentirse tranquila. ―Bueno, no recuerdo
nada. Sólo que la chica me salvó, después la explosión y que desperté en un
cuarto lleno de máquinas. Pero están ustedes dos y el sujeto “salvador”. Estoy
un poco confundida.
Rowena
sonríe y Reed se queda en silencio mirándola. Si es una Skrull, no actúa como
tal. Aunque toman la forma y habilidades de la persona, cuando sufren un
impacto como el que ella había vivido, toman su forma original, y hasta el
momento Anna se había mantenido con esa apariencia, a pesar del cambio de color
de su cabello y ojos, y la extraña habilidad de controlar la energía.
― ¿Cambias
de forma voluntaria? ―pregunta Rowena, como si hubiera leído la mente del
doctor Richards― ¿Puedes cambiar también de complexión?,¿O sólo es el cabello y
los ojos…?
―Pues…
no lo sé ―dice Anna como respuesta, alejándose un paso del cristal―. A ver…
Cerrando
los ojos, Anna se concentra en cambiar de forma, pero su cuerpo se mantiene estable.
Cuando los abre, vuelve a sonreír y niega, lo que deja claro que no era una
skrull.
―Ahora
tu cabello ―continua Rowena tomando apuntes atenta a lo que la chica del
espacio hace―. Verde.
―No
me gusta el verde. ―Afirma Anna haciendo cara de asco.
―Oh,
a todos les gusta el verde, Anna ―dice Rowena sonriendo y el color del cabello
de la chica camba a rojo.
―A
mí no ―contesta molesta y Rowena asiente en silencio, tomando más apuntes de
los cambios de humor y tonalidad de la chica.
―Interesante
―dice Reed que había observado todo en silencio y se da la vuelta para
dirigirse a la doctora Rowena―. No es Skrull, Rowena. Creo que es hora que la
doctora Grey la analice, pero estoy seguro que tampoco es una mutante.
―Sigo
aquí ―exclama Anna volviendo a su puesto, algo molesta por el comportamiento de
los doctores. ―. Gracias por la visita y la observación de espécimen, quiero
descansar.
―Por
supuesto ―responde Reed y le sonríe―. Volveré más tarde para ver como sigues.
Descansa.
―Adiós
―dice Rowena, saliendo detrás del profesor Reed.
Anna
asiente y cierra los ojos. Piensa en la chica rubia y la preocupación regresa a
ella. Se concentra e intenta llamarla nuevamente.
―¿Louise, estás ahí?
―Sí ―responde la rubia y Anna suspira
aliviada―. ¿Dónde estás?
―Estoy en un contenedor. Hice algo
malo, parece. Si intentan tocarte o hacerte algo, avísame. No dejaré que nada
te pase.
―Tengo sueño… ― Contestó Louise y
Anna se dio cuenta de que sus pensamientos se sentían raros, desdibujados…
―Sólo
avísame, Louise.
―Sí…
I look in the mirror
And I try to understand
And piece it together
Wash the blood from both my hands
And I try to understand
And piece it together
Wash the blood from both my hands
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