Sólo esto...

¿Que puede unir a seres Fantásticos, mutantes, heroes, vengadores, el villlano más sexy y a un asgardiano?

¡Algo del otro mundo!

domingo, 19 de mayo de 2019

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1-6
I look in the mirror
And I try to see myself
We haven't ever look terror
From the games I played so well
Steve mira a la chica que aún se remueve en la tela vieja y llena de polvo que le cubre las piernas. Puede notar el leve sonrojo en las mejillas de ella después de ser sorprendida y con una mirada de sorpresa combinada con tristeza.
―¿Está todo bien, señorita? ―pregunta y la chica asiente en silencio―. ¿Puedo ayudarla en algo?
Michelle lo pensó dos veces y negó. Necesitaba salir de la nave, abandonar el hangar donde estaban ahora y buscar donde quedarse esa noche. Ya pensaría qué hacer al siguiente día.
―Yo… ―suelta y Steve levanta la mirada atento―. Mire, no sé dónde estoy pero necesito salir de aquí ahora. ¿Puede llevarme a la salida? Le prometo que no le daré problemas, señor.
El Capitán América la mira levantarse, sacudirse el polvo de la ropa y observarse en el reflejo de un espejo roto en el suelo. También la ve suspirar, pasar las manos debajo de sus ojos para borrar algunas lágrimas que intentan escapar y en seguida sonreír. No sabe quién es la chica, pero si de verdad necesita ayuda se la prestara.
―¿A dónde irá? ―pregunta Steve y la chica levanta la mirada, aun asustada, todavía nerviosa.
―Primero necesito saber dónde estoy, señor…
―Steven.
―Sí, bueno. No sé, me quedaré por ahí y luego buscaré un trabajo. Lo típico de un ciudadano americano.
―La verdad ―Rogers suelta los brazos, bajando la guardia con la chica, y al hacer esto el rostro de ella se relaja. Al parecer ella también se había encontrado en guardia, lo que explica que sabía defenderse. Un punto menos para dejarla a su suerte―, no le puedo decir exactamente dónde está, señorita.
―Entonces sólo lléveme a la salida ―responde Michelle ahogando el llanto nuevamente―. No puedo regresar allá. Esa no soy yo y no quiero… por favor.
―Busquemos un café y luego pensaremos que hacer, señorita.
***
I can't see the ending
There are people who know my every secret
I'm tired of pretending
You're in my heart, in my heart
Louise está recostada en la camilla, siendo vigilada por una pelirroja y un soldado al lado de ella. Suspira debido al dolor que siente en todo su cuerpo y cuando se fija bien donde se encuentra, suelta un grito que alarma a sus vigilantes.
―¡Exijo saber por qué estoy en prisión!
Natasha gira, la mira y detiene al soldado que quiere acercarse a Louise para silenciarla.
―No es exactamente una prisión ―responde la pelirroja y Louise hace un intento de sentarse en vano―. Hay heridas abiertas, yo no haría eso
―Tengo derechos. Podría demandarlos por arrestarme… ¿Dónde estoy? ¿De qué se me acusa?
―De estar en el lugar equivocado, querida ―dice Natasha con su tono de voz neutro y se da la vuelta―. Ahora vuelve a dormir.
Louise se recuesta, observa a las maquinas donde está conectada y suspira pesadamente al ver que no tenía otra alternativa. Además, los parpados vuelven a pesarle, lo que indica que la mantienen con drogas para dormir.
―La chica…―murmura y Natasha gira hacia ella nuevamente al escucharla―. La chica del choque, ¿Está bien?
― Ella está bien.
― No le hagan nada, ella no hizo nada. Fue el tipo de los cuernos…

Antes de que Natasha pueda responderle, cae rendida. Romanoff asiente, da órdenes al soldado de que nadie ingresa a esa celda de no ser ella, Fury o un médico y sale en busca de Clint.
***
I try to see clearer
I try to forget the thoughts I started
I try to be nearer
To where you are, to where you are
―¿Puedes oírme, Louise? ¿Estás ahí? ¿Hola?
Nada, Anna sigue en la celda, sentada en un rincón abrazando sus rodillas. El cabello ahora es azul pálido y sus ojos son grises nuevamente. Suspira, estrechándose más hacia sus piernas. Se siente sola en un lugar que no conoce y es vigilada por un montón de extraños que la creen peligrosa.
―No lo soy ―dice en un susurro y solloza.
Las puertas de la prisión se abren y el doctor Reed entra seguido de la doctora Rowena, que tiene una carpeta en sus brazos. Anna levanta la mirada, húmeda por algunas lágrimas que habían escapado y su cabello toma un azul más intenso.
―Hola, Anna ―saluda Reed y ella hace un gesto de confusión.
―¿Quién es Anna? ―pregunta y Rowena, que está detrás de Reed suelta una risita― ¿Por qué no me dejan ir?
―Aun no podemos ―responde Rowena y Reed da un paso, acercándose más al cristal del contenedor―. Doctor, no…
―Te llamas Anna ―dice Richards y la chica deja de abrazar sus piernas para levantarse y acercarse al cristal con mucha precaución―. Bueno, en realidad no te llamas así pero…así te llamamos. Yo soy Reed y ella es Rowena.
―Bien, soy Anna ―contesta y cruza los brazos mirando directo a los ojos del doctor y sin perder el azul marino en su cabello―. Reed, Rowena ― dijo, después asimilando los nombres de ellos.
Ambos doctores asintieron y ella, por primera vez desde que había llegado, sonríe. Por alguna razón, el tal Reed le hacía sentirse tranquila. ―Bueno, no recuerdo nada. Sólo que la chica me salvó, después la explosión y que desperté en un cuarto lleno de máquinas. Pero están ustedes dos y el sujeto “salvador”. Estoy un poco confundida.
Rowena sonríe y Reed se queda en silencio mirándola. Si es una Skrull, no actúa como tal. Aunque toman la forma y habilidades de la persona, cuando sufren un impacto como el que ella había vivido, toman su forma original, y hasta el momento Anna se había mantenido con esa apariencia, a pesar del cambio de color de su cabello y ojos, y la extraña habilidad de controlar la energía.
― ¿Cambias de forma voluntaria? ―pregunta Rowena, como si hubiera leído la mente del doctor Richards― ¿Puedes cambiar también de complexión?,¿O sólo es el cabello y los ojos…?
―Pues… no lo sé ―dice Anna como respuesta, alejándose un paso del cristal―. A ver…
Cerrando los ojos, Anna se concentra en cambiar de forma, pero su cuerpo se mantiene estable. Cuando los abre, vuelve a sonreír y niega, lo que deja claro que no era una skrull.
―Ahora tu cabello ―continua Rowena tomando apuntes atenta a lo que la chica del espacio hace―. Verde.
―No me gusta el verde. ―Afirma Anna haciendo cara de asco.
―Oh, a todos les gusta el verde, Anna ―dice Rowena sonriendo y el color del cabello de la chica camba a rojo.
―A mí no ―contesta molesta y Rowena asiente en silencio, tomando más apuntes de los cambios de humor y tonalidad de la chica.
―Interesante ―dice Reed que había observado todo en silencio y se da la vuelta para dirigirse a la doctora Rowena―. No es Skrull, Rowena. Creo que es hora que la doctora Grey la analice, pero estoy seguro que tampoco es una mutante.
―Sigo aquí ―exclama Anna volviendo a su puesto, algo molesta por el comportamiento de los doctores. ―. Gracias por la visita y la observación de espécimen, quiero descansar.
―Por supuesto ―responde Reed y le sonríe―. Volveré más tarde para ver como sigues. Descansa.
―Adiós ―dice Rowena, saliendo detrás del profesor Reed.
Anna asiente y cierra los ojos. Piensa en la chica rubia y la preocupación regresa a ella. Se concentra e intenta llamarla nuevamente.
―¿Louise, estás ahí?
―Sí ―responde la rubia y Anna suspira aliviada―. ¿Dónde estás?
―Estoy en un contenedor. Hice algo malo, parece. Si intentan tocarte o hacerte algo, avísame. No dejaré que nada te pase.
―Tengo sueño… ― Contestó Louise y Anna se dio cuenta de que sus pensamientos se sentían raros, desdibujados…
―Sólo avísame, Louise.
―Sí…
I look in the mirror
And I try to understand
And piece it together
Wash the blood from both my hands







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